Expertos de la IFCN, red internacional de consultores de franquicia, de la cual Barbadillo y Asociados es socia fundadora, ponderan la franquicia en España como uno de los sistemas de comercio que más ha crecido en el último año y anuncian unas previsiones optimistas para 2017
El ejercicio 2016 superó todas las expectativas de crecimiento económico previstas para España y la zona euro en general. Una inercia que ha repercutido positivamente en toda la actividad económica y, en particular, en el sistema de franquicia. En esta vertiente es donde nuestro país ha destacado por su crecimiento en lo que a centrales de franquicia en España se refiere. Esto es lo que se desprende de los datos aportados por los socios de la IFCN (International Franchise Consultants Network).
La IFCN es la red internacional de consultores que lleva operando en Europa y países latinoamericanos desde el año 2002 y de la que Barbadillo y Asociados, única consultora española presente, fue una de los socios fundadores. Según este grupo de expertos, el crecimiento medio de la franquicia en Europa se sitúa en un 12,5% sobre el año 2015. En España hemos experimentado un aumento del número de marcas franquiciadoras del 14,6%, más de dos puntos por encima del conjunto de Europa.
Elevado peso de la restauración
España destaca por el elevado peso que la hostelería/restauración tiene dentro del conjunto del sistema. Novedosos conceptos de negocio son, precisamente, los que han vuelto a situar este segmento a la cabeza del ránking por sectores de la franquicia. Cafeterías de cereales, bares de dulces, kioscos de pizzas o modernas coctelerías, son algunas de las nuevas ideas que han asaltado el mercado nacional con gran éxito.
En contraste, en países como Francia, por una cuestión cultural, son los sectores de la moda o la alimentación los más activos. Por su parte, Reino Unido destaca por el protagonismo que tienen los servicios personalizados, al igual que sucede en Alemania.
Si bien, en general Europa es el mercado que más y mejor está acogiendo las franquicias procedentes de Estados Unidos. En concreto, Italia se postula como el destino favorito de las franquicias americanas, con firmas de servicios, decoración y cuidado personal a la cabeza de su ránking por sectores.
El perfil del franquiciado español
Por lo general, existen tres perfiles distintos de franquiciado: el que busca generarse un empleo (perfil autoempleo) y cuya capacidad de inversión es más limitada; el inversor-gestor que busca diversificar y soluciones rentables a corto y medio plazo. Será una figura que sí gestionará el negocio pero no estará en el día a día del mismo; y, por último, el inversor puro cuyo poder adquisitivo es elevado y que no mantendrá un contacto directo con el negocio. Él delegará su gestión en terceras personas.
Según datos aportados por quefranquicia.com, uno de los portales más veteranos del sector, desde mediados de 2016, si bien sigue imperando el perfil autoempleo, la balanza se está inclinando algo más en favor de los dos últimos grupos.
El perfil medio del franquiciado, según el mencionado portal, corresponde a una persona de nacionalidad española, cuya edad oscila entre los 28 y los 48 años, ampliándose el margen de edad con respecto a períodos anteriores. Su poder adquisitivo se sitúa entre el segundo y tercer nivel. Gana peso la mujer frente al hombre, pero éste continúa acaparando el protagonismo como franquiciado, con un 61% del total.
La franquicia en España
El potencial económico de un emprendedor para poner en marcha una franquicia se eleva de los 45.000 euros hasta los 51.000 euros de media. Esto unido a que las entidades financieras están volviendo a conceder créditos de forma más sencilla hace que la dificultad para poner en marcha una empresa bajo una marca franquiciadora, se haya reducido notablemente.
Destacar, por último que, hasta un 65% de los franquiciados se sitúan al frente de sus negocios, implicándose en su labor diaria y asumiendo la responsabilidad de dirigir la unidad franquiciada. El 29% restante corresponde a un perfil gestor o inversor.