El Día Mundial de la Felicidad nos plantea nuevas formas para ser felices en las que entra el concepto de franquicia
Los caminos para llegar a la felicidad son muchos y los españoles cada vez saben encontrar mejor los atajos para llegar a ellos. En contra de lo que se piensa, los bienes materiales despiertan especialmente ilusiones y motivos de contento pero no son únicamente las razones de peso para alcanzar la meta de ser feliz.
Si bien es cierto que poseer comodidades y dinero siempre ayuda para que nuestra risa se despierte de forma automática, existen otros factores que cada vez la sociedad coloca en mejor posición en su escala de valores.
Dentro de estos motivos se centra el concepto de franquicia y sus inmensas posibilidades de canalizar buenos motivos para ser felices. El hecho de emprender y apostar por un negocio consagrado bajo una marca que ampara los riesgos que conlleva toda inversión, se encuentra uno de los principales motivos por los que la franquicia no es sólo fórmula de éxito sino también de felicidad.
Lanzarte a la piscina pero con un buen equipo que desde un primer momento te apoye en todas las tareas y te transmita el saber hacer de la marca, hace que este tipo de emprendimiento traiga más ilusiones que miedos. Un camino que es independiente pero que no deja en el fondo de darte la mano en cuanto se precisa.
La satisfacción tanto económica como social que se experimenta de esta relación se refleja en la cooperación por ambas partes, llevándonos a un modelo de negocio por el que cada vez se concentran más ventajas de dicha relación y no todas ellas se centran precisamente en la parte monetaria. El hecho de crear una alianza y buenas relaciones personales, sociales, de prestigio es lo que realmente nos lleva a la mejor de las satisfacciones y al camino más directo para lograr la felicidad.
Y aunque los expertos en función de las encuestas, consideran que el mejor antidepresivo sigue siendo para la mayor parte de los españoles un buen paseo con dosis de compras y shopping, se tiene cada vez más presente que la felicidad se encuentra también en otros aspectos que erróneamente antes se habían considerado menores.