La iniciativa trata de responder a las nuevas necesidades de la marca de restauración generadas a partir de la puesta en marcha de su franquicia
Tras meses de trabajo y casi 300.000 euros de inversión, Ramen Kagura, ha puesto en marcha su nueva cocina central ubicada en uno de los polígonos industriales de la capital con mayor actividad y mejor comunicados por carretera.
El edificio, situado en la zona de San Cristóbal Industrial y al lado del principal proveedor de comida japonesa de Ramen Kagura, ocupa una superficie total de 250 m2 divididos en dos plantas.
La nueva sede de la marca de restauración dispone de una zona de producción de 150 m2, una zona para oficinas de 60m2 y un área de almacén de 40m2. A su vez, la zona de producción está compuesta por 11 salas. Todas ellas dotadas de control de temperatura para la elaboración y fabricación de los productos que componen el ramen. El equipamiento cuenta también con dos cámaras, una de congelación y otra de refrigeración, para la mejor preservación de todos los productos.
“Las instalaciones recientemente inauguradas generarán más de diez nuevos puestos de trabajo, los cuales tendrán como misión la elaboración, producción y envasado de los productos, así como también la logística en la venta y distribución. Por otra parte, desde esta sede central se gestionará el desarrollo del mercado, el control de calidad y la atención directa y personalizada a las franquicias”, informa Jorge Ochoa, responsable de Marketing de la marca.
La marca está en constante innovación, por lo que esta cocina central, además de ser el punto desde el que partan un buen número de los productos utilizados y comercializados en sus restaurantes (como la sopa para el ramen, fideos, salsas, otros condimentos), también se erige como su laboratorio de ideas para el desarrollo de nuevas líneas de producto y otras innovaciones.
Previamente a salir al mercado de la franquicia, los gestores de la marca estandarizaron los procesos y optimizaron la actividad. “La decisión de desarrollar las cocinas centrales forma parte de dicho proceso, el cual tiene como fin último preservar el buen hacer que siempre nos ha caracterizado y que esa calidad se mantenga en todos y cada uno de nuestros restaurantes, tanto propios como franquiciados”, finaliza Ochoa.
Las nuevas instalaciones evitarán, además, que el franquiciado incurra en elevados costes de personal y maquinaria ya que la actividad abarcará desde la recepción de los productos, pasando por su elaboración final, conservación y el transporte a todos los restaurantes de Ramen Kagura de Madrid. Para el resto de la península funcionará a través de plataformas logísticas con capacidad.