1. Los aspectos clave de una franquicia.
Para ello, debemos conocer cuáles son los elementos esenciales que componen una relación de franquicia, qué derechos tendremos como franquiciado de una marca y qué responsabilidades tendrá el franquiciador frente a nosotros. Entre las primeras figuran: ceder el uso de la marca, suministrar el material necesario para desarrollar la actividad, controlar la red para lograr su máxima rentabilidad e introducir las mejoras necesarias que permitan que el sistema en su conjunto mejore y continúe siendo competitivo.
Por su parte, el franquiciado deberá poner en práctica la formación recibida del franquiciador, seguir fielmente las indicaciones de éste en relación con la utilización de las marcas y signos distintivos de la cadena, guardar la confidencialidad acerca de la operativa, no realizar competencia desleal y efectuar puntualmente los pagos (cánones y royalties) a los que se compromete mediante el contrato de franquicia.
2. ¿Tenemos el perfil adecuado para ser franquiciado?
No todo el mundo tiene el perfil adecuado para ser franquiciado. Por eso, una vez que conocemos cómo funciona una franquicia, sería conveniente realizar un autoanálisis, que nos permita conocer no sólo nuestra disponibilidad para emprender, sino también si tenemos el carácter adecuado para ser franquiciado de una marca.
A continuación, deberíamos analizar el sector o sectores de nuestro interés, asegurándonos, por ejemplo, de que sea una actividad con buena demanda y en proceso de crecimiento y que no sea una moda pasajera. Igualmente, será importante detectar si el desarrollo de la actividad requiere de ciertos conocimientos técnicos y, en tal caso, si disponemos de ellos.
3. Elección de la franquicia.
Una vez elegido el sector, debemos ponernos en contacto con las franquicias que más nos convenzan y cuya inversión inicial podamos acometer. En respuesta, la central nos enviará la información comercial y nos solicitará los datos que considere necesarios para analizar nuestra candidatura.
Será en la reunión posterior con los responsables de la franquicia cuando realmente podremos profundizar en el conocimiento de la propuesta.
Toda información recibida debería ser contrastada con otras las fuentes de información a nuestro alcance; desde revistas de franquicia, a guías sectoriales, ferias, Internet y, sobre todo, con quienes mejor nos pueden asesorar e informar: los franquiciados que ya pertenecen a la cadena de franquicias.